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Ella, que vio la lÃnea entre lo sexy y lo vulgar y no le importó cruzarla.
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Se sentÃa completamente libre cuando entregó la mercancÃa. El sueño murió cuando su contacto le enseño la placa.
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Cruzó la frontera llena de ilusiones y dispuesta a luchar por una vida mejor. Ahora solo sabÃa luchar por su esquina.
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Me gusta caminar solo, asà hablo con el viento. Reflexiono, aprecio y siento mi paz interior que me habla y dice "Twitea".
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En los ojos de este viejo pude ver la muerte, y él en los mÃos la vida, quién dirÃa que yo moriré mañana y el seguirá con su vieja vida.
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De niña mi madre jamás me dejó comer en la calle. Cuando por fin me compró un Chévere me habÃa caÃdo del resbaladero y me abrà el labio.
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Un anormal conoció a una anormal en un mundo normal, y juntos se sintieron tan bien que hasta el mundo parecÃa mas normal.
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Después de hacer el amor se vistió en silencio, salió de puntillas y cuando llego a casa se percató que habÃa olvidado el corazón.
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Érase una vez una p**a vida, que por más p**a que fuera, no era fácil.
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La encontró comiendo sobras del frigorÃfico, como el martes que la vio de la mano de su amante, también comiendo sobrasÂ…
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Chula la patoja, de sonrisa cholca pero sincera y mirada soñadora. Sentada en esa q llama 'su' banqueta, sonriéndole a la vida.
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-Allà está la llave. Pensó Luis al ver el revólver. Entonces tomó la llave y en una noche de luna llena, escapó.
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Después de observarlo fijamente, meditó; decidió no hacer alarde de lo descubierto. Solemnemente volvió a enterrarlo, recuerdo a recuerdo.
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La vida te puede pasar al lado susurrándote su alma. Hoy logré sujetarme a ella y me fui volando sobre su espalda. Fin.
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Se besan, se muerden, se lamen, se quitan la ropa, exploran, penetra, gimen, arañan, gritan y explotan para quedar saciados.
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Extendiendo los brazos dio buenos dÃas a la madrugada y salió a comprar pan. Ignoraba Juan que la muerte se enamorarÃa de él.
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Esperó que llegara el momento para actuar, ese tiempo nunca llegó. El talento siempre descansó en sus manos.
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Un ¿Una o dos de azúcar?, ¿leche o crema?, ¿de qué quieres hablar? esta noche estoy totalmente sola para escucharme...
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Subà la mano para tomar la de mi mamá porque tenÃa miedo, pero la Señora se volteó y vi que no era ella. No quiero volver a dar la mano.
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Una caravana de negro cruza el rÃo, la ultima mujer de la fila grita "esperemos a mamá". Una voz temblorosa responde "venimos de su funeral".
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Estar caliente es un peligro. El de la farmacia no abrió. Y con juanita, Roberto la pata metió. ¡Ay marÃa!
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Pensó que su futuro estaba resuelto con tener grandes sueños.
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Todos tenemos una historia que contar, yo prefiero escribirlas, son muchas.
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En uno de los mundos posibles todo es este instante. De hecho, hay un mundo asà para cada instante de cada uno de ustedes.
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Atrápenla! La estatua se está escapando. - Muy, muy despacio.
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Luego de varias cervezas se enamoraron. Paso el tiempo y las cervezas sabÃan igual, pero no el amor.
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El hÃgado le pregunto al corazón: porque eres tan sensible y el corazón le contestó: lo hago para cuidarte.
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Y asà seguà escribiendo toda la noche... si tan solo hubieras notado que todo es para ti.
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HabÃa un sueño de amor, cuando despertó era una lágrima sobre la almohada.
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Nos encontramos una tarde bajo el sol de primavera. Tu caminando entre mis pasos, yo vistiéndome en tus huellas.
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TenÃa tanta sed que decidió usar las cuencas de sus ojos para tomar agua.
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Cuando Dolores se dio cuenta de que era tan solo una alucinación, la policÃa ya habÃa llegado y Ricardo ya no respiraba.
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Decidió salir a sentir la lluvia en su rostro, cada gota le contaba una historia nueva, cada gota era una vida, la lluvia.
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Metió la mano al desagüe, entre agua sucia, mugre y mal olor. Removió el fondo para ver si asà encontraba su corazón.
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Un "Sho" los calló; Alberto no podÃa más, sentÃa que debÃa acabar con ellos, tomó el revolver y disparó. Las voces nunca lo molestaron más
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Se levanto. Tenia la pierna rota, caminó, como pudo corrió. Se cayó. Se levanto. TenÃa la pierna rota, como el corazón.
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Buenos dÃas Señor, mi nombre es Diego. -Mucho gusto Diego, yo soy Fernando y jugaré a ser tu padre en lo que me queda de vida.
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La calle de la amargura vive lo que la calle del olvido no recuerda y la calle de la soledad añora. Todo ocurre en el Centro Histórico.
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Camina, se cae, se levanta y comienza a vivir.
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Anoche creo haber visto a Cupido, borracho y atado a una p**a... dicen que está desempleado.
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Vio a su hija a los ojos y sonriendo le dijo: "Las penas con vos son menos".
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El sonido de un violÃn lo mantenÃa lúcido mientras descuartizaba cada zombie. Hasta que se topó con su esposa, que habÃa muerto hace 2 años.
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Siempre pensó que tenÃa la razón hasta que el vicio lo consumió y las aceras fueron su cama.
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No lo mató el fuego, antes lo habÃan atravesado con la espada del mismo modo que él asesinaba a sus vÃctimas.
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Le "preocupa" y hasta le enoja que se tome una cerveza, pero no le importa que vaya a cenar ni darle desayuno
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La violencia le arrebató a su familia. Ahora en su vientre lleva la esperanza de un futuro digno. Pero el trabajo de mula no es nada fácil.
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...y los padres de la patria lloraron al ver que la bandera ondea más al grito de "Gol" que al grito de "Libertad"
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En el momento en que apreció el silencio, llego a escuchar la maravillosa armonÃa.
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-Ella: Hola (se recoge el pelo detrás de la oreja, sonrÃe) -Él: Hola (las manos en las bolsas, se balancea, sonrÃe) ¡ESTÚPIDOS! ¡BÉSENSE!
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Un dÃa los polÃticos no invirtieron en campañas polÃticas, sino en obras para los olvidados. El que ganó fue el paÃs.
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